Si te cepillas los dientes y usas hilo dental con regularidad, si te mantienes alejado de los dulces chiclosos, pensaras que mantienes una excelente higiene oral ¿verdad?, pues la cosa no es tan fácil, hay numerosos hábitos aparentemente inocentes que pueden dañar tus dientes, causando caries, erosionando el esmalte o literalmente, agrietando los dientes. “El esmalte de los dientes es extremadamente duro, pero no es resistente a todo” nos comenta el Dr. Alex Sharifian de Irvine, California, asi que nos dimos a la tarea de hablar con algunos dentistas para que nos dijeran cuáles son esas prácticas o costumbres que evitan hacer para mantener una dentadura sana.
Los encuestados nos aseguran que no hacen lo siguiente:
- No Mastican hielo
Fácilmente podrías astillarte un diente o desprender un relleno. “Esencialmente es como si masticaras una roca” nos dice el Dr. Mario Suarez, profesor de odontología Clínica en
- No beben mucha agua embotellada
Una protección diaria que requieren los dientes viene de beber agua fluorada, como el agua proveniente de la llave. El fluoruro fortifica los dientes en contra de las caries y promueve la re-mineralización que coadyuva a reparar las caries menores. La mayoría del agua embotellada no contiene fluoruro o lo tiene en cantidades muy pequeñas. Si desconfías de la calidad del agua del suministro municipal, entonces se recomienda usar un enjuague que contenga flúor y usar el agua de la llave para cocinar o preparar bebidas como el café o el té, nos comentaron varios dentistas en el Estado de México.
- No abusan de las bebidas deportivas
Una trifecta de componentes ácidos, azúcares y aditivos químicos son los ingredientes principales en las llamadas bebidas deportivas, los cuales pueden debilitar el esmalte permitiendo que se cuelen las bacterias. El uso excesivo de este tipo de bebidas puede ser peor para tu salud dental que los refrescos o bebidas gaseosas. “Si de plano no puedes hacer tu ejercicio sin una botella de Gatorade, tómatela toda de una vez, en lugar de en pequeños sorbos, y al final, enjuágate la boca con agua o mastica un chicle sin azúcar para neutralizar los ácidos”. Este consejo de la Dra. Mónica Alvarez de Culiacán, Sinaloa, aplica también a las bebidas gaseosas.
- No usan los dientes como herramienta
Usar los dientes para abrir botellas, romper las etiquetas de la ropa o para abrir empaques plásticos, es una receta segura no solo para despostillarte los dientes, sino para fracturártelos e incluso para cortarte el interior de tu boca o peor aún, para ocasionarte un desajuste mandibular que resulte en dolor crónico de la quijada. “Les aseguro que un cuchillo o unas tijeras son mucho más efectivas que tus dientes para abrir esa bolsa de papas fritas” nos asegura el Dr. Moises Avila de Monterrey, Nuevo León. “Los dientes no se hicieron para masticar lápices, plumas o la armazón de tus lentes, tampoco deben de usarse como una tercera mano para sujetar cosas”, “La gente no se da cuenta la presión tan grande que ejerce con sus dientes al hacer esto”, concluyó.
- No abusan de féculas y harinas
Las pastas, panes, pastelillos, la comida chatarra en general, todos los productos elaborados con harina de trigo son deliciosos, pero al ingerirlos rápidamente se convierten en azúcares. “Las bacterias en la boca se alimentan de azúcar, causando las infames caries dentales” nos comenta un dentista en Tijuana, Baja California. “Procuro no abusar de los alimentos con alto contenido procesado de fécula, pero si voy a salir y comer un gran tazón de pasta, me voy a lavar o a enjuagar la boca de inmediato, antes que las bacterias puedan convertir esos azucares en un ácido corrosivo”
- No dejan sus cepillos de dientes expuestos
Dejando tu cepillo dental expuesto a otros cepillos es una invitación a un intercambio de bacterias que puede resultar en que contraigas algo de algún otro miembro de la familia, o peor aún, se ha descubierto que cuando descargas el inodoro, se eyectan al ambiente partículas fecales aerosolizadas que pueden aterrizar fácilmente en tu cepillo. “No es que nuestras bocas no estén llenas de bacterias, pero no desearás agregar algo extra a lo que ya de por si está flotando en tu cuarto de baño”, “trata de guardar tu cepillo en el botiquín o algún gabinete o también puedes utilizar un capuchón plástico para protegerlo” nos advierte la Dra. Ana Luisa Pereira, de Cancún, Quintana Roo.
- No usan un enjuague bucal sin enjuagarse con agua al final
Los enjuagues bucales son muy útiles para deshacerse de las bacterias que hayan quedado después del cepillado, pero el alcohol que contiene puede causar resecamiento de la boca, haciéndola blanco de las bacterias que prosperan en un ambiente seco. Nos comenta el Dr. Lima de Hermosillo, Sonora, “Las pequeñas fisuras en la lengua y cavidad oral están más expuestas a las bacterias cuando la boca está seca, procure elegir un enjuague libre de alcohol, como el Listerine Cero, o simplemente enjuáguese la boca con agua justo después de haber usado el enjuague bucal”.
- Evitan comer las palomitas o rosetas de maíz
Las palomitas o rosetas de maíz que no reventaron bien se convierten en un serio problema para los rellenos. “Si tienes una amalgama o relleno en tu boca y uno de estos granos de maíz se cuela entre el relleno y tu diente y muerdes duro, podrías fracturarte el diente en dos” nos advierte el Dr. Quiroga de Jalapa, Veracruz. “Es uno de los problemas que más frecuentemente atiendo en mi consultorio”.
- No se cepillan los dientes en el momento equivocado
Nos comenta la Dra. Eugenia Arredondo de Morelia, Michoacán que el cepillarse los dientes justamente después de comer es aconsejable, pero no después de haber ingerido bebidas o alimentos altos en contenido acido, lo que incluye vinos, sodas o refrescos, y cítricos. “Después de tomarse un smoothie de frutas, el cual es muy acido, el esmalte de tus dientes quedará temporalmente debilitado. Espere unos 45 minutos antes de cepillarse, para dar oportunidad a que tu saliva diluya esos ácidos”, finalizó.
- Nunca dejan de cepillarse…aunque les dé flojera
Todos hemos tenido días de arduo trabajo o actividad que nos dejan muertos, apenas para arrastrarnos a la cama, es en ese momento donde tenemos que hacer acopio de fuerzas para no dejar pasar cepillarse los dientes antes de acostarse. Varios dentistas entrevistados en el Estado de Chihuahua coincidieron que lo primero que hacen al levantarse es cepillarse los dientes, pero lavarse los dientes antes de acostarse es crítico, pues la placa bacteriana que se acumula durante el día puede calcificarse y convertirse en sarro en solo 24 horas. Cuando eso suceda ni todo el cepillado del mundo acabará con éste, solo tu dentista o higienista podrá removerlo.
- No dejan de mascar chicle
La goma de mascar con azúcar está claramente prohibido para el buen cuidado dental, pero mascar chicles sin azúcar puede hacer todo lo contrario. La saliva es nuestra principal defensa contra las caries, así que cualquier cosa que haga para estimular la producción de saliva, especialmente después de comer, resultará beneficioso. Nos comenta un dentista en Durango que “la saliva contiene muchos elementos clave que ayudan a re-mineralizar los dientes en forma natural, evitando que la boca se reseque y produzca caries”, añade que “le digo a mis pacientes que el masticar goma sin azúcar después de comer, contribuye no solo a evitar el mal aliento sino a prevenir las caries”.
- No toman vino sin untarse vaselina en los dientes
La acidez del vino tinto (y del café y los tés) pueden reblandecer el esmalte, especialmente si se saborean en la boca, lo cual les da oportunidad a estas bebidas a manchar los dientes. Los taninos del vino pueden incluso colarse en las ranuras del esmalte, creando una superficie pegajosa que retiene a las bacterias que causan las caries. Muchos dentistas compartieron que aunque se enjuaguen la boca después de tomar vino, hacen algo adicional, se protegen los dientes con una capa de vaselina. La vaselina actúa como una barrera y también hace que los dientes se vean lustrosos. (No sabemos si esta sea una práctica generalizada pero igual les pasamos el tip).
- No se cepillan con demasiada fuerza
Una buena cepillada es buena, pero no confundirse con una cepillada agresiva que pueda irritar las encías y hacer que los dientes se vuelvan más sensibles a las temperaturas frías. Una cepillada excesivamente vigorosa no solo desgasta el esmalte sino que abre las puertas a la formación de caries. Una forma de asegurarse que nuestro cepillado es el correcto, consiste en usar un cepillo con cerdas suaves, lo suficientemente firme para remover la placa pero suave para evitar que el más entusiasta con el cepillado dental, se haga daño.
- No mastican chiclosos
Todos sabemos que masticar chiclosos, dulces y caramelos pegajosos no es recomendable, pero sí nos atrevemos a masticar otro tipo de dulces que creemos son más inofensivos, como pastillas y dulces de sabores, lo cual solo nos prepara el camino a las caries. Muchas de estas confituras contienen azúcar refinada, así que no resultan más seguras que los chiclosos, a menos que lea las envolturas y se cerciore del contenido de azúcar. Tambien hay que cuidarse de las cosas muy ácidas, como chupar limones con frecuencia, esto puede corroer el esmalte pues son muy ácidos, pero está bien si exprimes su jugo en alguna bebida, siempre y cuando no te laves los dientes de inmediato (ver punto número 9).
- No dejan pasar las revisiones dentales
Los dentistas recomiendan limpiarse los dientes cada seis meses, pero la mayoría de la gente en los países de habla hispana dejar pasar mucho más tiempo, lo cual solo resulta en serios problemas al final del camino, nos advierte el Dr. Cohen, de El Paso, Texas. Las caries que se van formando con el paso de los meses y de los años dejan de ser solo una molestia para convertirse en un asunto mayor, que normalmente resulta en un mayor costo el componerlo. Se aconseja hacer sus citas en fechas fáciles de recordar, como cada principio y mediados de año, o alrededor de alguna otra fecha importante.
Por Aviva Patz
Artículo reproducido y adaptado de la revista Prevention