El análisis de la saliva es un método diagnóstico extraordinario y un gran aliado de la Odontología
En un futuro no muy lejano la saliva, según los expertos, nos permitirá conocer el riesgo a desarrollar enfermedades como la caries dental, afecciones cardiovasculares o tumores cancerígenos. Identificar la presencia de enfermedades sistémicas como el VIH, la diabetes o la hepatitis, y conocer características y hábitos de una persona, como su grupo sanguíneo, si consume drogas, abusa de los fármacos, está deprimida o estresada, se encuentra en estado de gestación o a punto de desarrollar un infarto de miocardio, son algunas de las revelaciones que nos proporcionará el análisis de la saliva.
La saliva, ese fluido aparentemente insustancial que lubrica nuestra cavidad bucal, encierra una serie de información que puede ayudar a los profesionales sanitarios a identificar la presencia de múltiples patologías, así como la predisposición de una persona a desarrollar ciertas enfermedades como la caries dental, lo que permitirá a los odontólogos implantar efectivos protocolos de prevención para luchar contra la afección bucodental más prevalente.
Conociendo la saliva
La saliva es una secreción proveniente de las glándulas salivales compuesta principalmente por agua (en un 99%). Sin embargo, ese insignificante porcentaje restante puede revelarnos toda una serie de hábitos y patologías, tanto presentes como futuras.
«Este 1% es fundamental porque está constituido por electrolitos (como el cloro, calcio, sodio, potasio o bicarbonato); proteínas como las enzimas (amilasa, lisozima o peroxidasas); glucoproteínas (mucinas) y las inmunoglobinas salivales. También hay lípidos e hidratos de carbono… y multitud de componentes más
la saliva es la gran aliada de la cavidad oral y un elemento muy importante en su correcto funcionamiento. En la boca conviven múltiples microorganismos y este fluido debe actuar regulando el medio oral,
la saliva sirve para lubricar la cavidad bucal, mantener la integridad de la mucosa oral y dientes, neutralizar los ácidos y azúcares, realizar una acción antibacteriana y antifúngica, y otras muchas funciones que la convierten en un elemento muy importante en la salud general de las personas, no solo la oral.
En la lucha contra la caries, la saliva: «Tiene la propiedad de mantener estable el pH frente a la adición de ácidos cariogénicos ingeridos a través de la dieta, evitando la desmineralización del diente y protegiendo frente a la caries.
«La saliva interviene en funciones básicas como hablar, masticar, tragar y digerir los alimentos, por lo que su mal funcionamiento tiene un importante impacto sobre la calidad de vida de las personas», comenta. «Pero además, la saliva tiene un impacto altísimo sobre la mayoría de los tratamientos odontológicos y, sin embargo, los profesionales que nos dedicamos a la Odontología desconocemos sus características, cuando muchas veces es la responsable del éxito o fracaso de la integración de los implantes, de la aparición de caries o del buen funcionamiento de las prótesis dentales».
Los higienistas dentales también desconocen muchos aspectos de la saliva porque no han recibido formación apropiada en este sentido y dada la cercanía de este colectivo con los pacientes, es la figura que más puede identificar problemas de salivación.
la salud oral comienza por tener unos niveles adecuados de secreción salival, lo cual podemos conseguir manteniendo unos correctos hábitos de vida».
Si bien la calidad de la saliva es importante, también lo es la cantidad de la misma. La disminución patológica de saliva recibe el nombre de hiposialia, y esta afección deriva en xerostomía, que es la sensación subjetiva de sequedad bucal. «Dicha xerostomía, no tiene por qué ser siempre patológica»
«Todos hemos sentido la boca seca en algún momento puntual, como cuando hablamos en público o nos dan una mala noticia, pero resulta verdaderamente incapacitante y dramático en aquellas personas que lo sufren de forma patológica».
Según los expertos, la presencia de unos adecuados niveles de saliva en la cavidad oral es fundamental, ya que gracias a este fluido se mantienen humectados los tejidos orales, facilitando el habla, la masticación, la deglución, la limpieza bucal y la regulación de la acumulación bacteriana.
Un nivel de secreción adecuado puede evitar un desequilibrio de microorganismos en el ambiente oral que puede dar paso a la aparición de caries, enfermedades en las encías, halitosis o mal aliento y una disminución de la calidad de vida de quienes padecen esta patología.
«Este fluido recubre nuestro medio de trabajo, que es la boca, y debemos estar atentos a cómo es la saliva de nuestros pacientes, tanto en cantidad como en calidad».
Si bien un descenso de la salivación tiene un fuerte impacto sobre la calidad de vida de las personas, también en exceso puede originar múltiples inconvenientes. «Esta afección recibe el nombre de sialorrea y causa agrietamiento, eccemas peribucales, dermatitis del mentón o cansancio muscular, Esta afección puede producirse de forma patológica o fisiológica. Esta última interviene en ciertos momentos de la vida, como ocurre con el babeo del recién nacido o en mujeres embarazadas, pero, en el terreno de la sialorrea patológica se encuentra la que se produce en personas con parálisis cerebral o con Parkinson, por ejemplo, que en ocasiones requiere terapia farmacológica.
El chicle como aliado
Es valido apoyar el consumo de medidas mecánicas para estimular la secreción: «El hecho de masticar un chicle conlleva un esfuerzo de la musculatura oral que favorece la secreción, lo cual, unido a la autoclisis que se provoca por el roce de este elemento con la lengua y los dientes, lo convierte en un método coadyuvante en la higiene oral».
Al respecto, se añade que es muy importante que los métodos de estimulación salival, como los chicles o caramelos, no incluyan azúcares cariogénicos. «Ahora, la mayoría contienen xilitol, que es un edulcorante artificial que, además de no causar caries, ayuda a las propiedades defensivas de la saliva y estimula la lubricación oral. Estos chicles son especialmente recomendables tras las comidas, puesto que en este momento se produce una brusca bajada del pH de la saliva y el xilitol ayuda a restablecer sus valores óptimos, siendo muy beneficioso en la salud oral».
La estimulación mecánica de la saliva ha sido un método terapéutico administrado por los profesionales sanitarios desde siempre. «las personas que no tienen suficiente cantidad de saliva deben intentar estimular la producción salival mediante estímulos mecánicos, manteniendo una sustancia inerte en la boca para incrementar la salivación. Antiguamente se aconsejaba a los pacientes tener un hueso en la boca, una medida terapéutica que hoy podemos sustituir por chicles sin azúcar que, además de estimular la limpieza de la cavidad oral, favorecen las estructuras, tanto mucosas como dentarias, protegiendo frente a la caries
Referencia: Dr.Victoriano Serrano,Dr. Antonio López
Dra. Garcillán. Gaceta Dental, Enero 2015