¿Cuándo y cómo debe ser?
Dar medidas preventivas a los padres es importante, porque en los últimos años se han visto cada vez más preescolares con caries, esto es debido a malos hábitos que tienen algunos a la hora de alimentar al pequeño y que desconocen. Algunos ejemplos de malos hábitos es poner azúcar en los biberones o acostumbrarse a darle jugos azucarados entre horas. La aparición de caries se debe principalmente no a la cantidad de azúcar total que toma el niño sino a la frecuencia con la que se toma. En este sentido, es más peligroso que tome dos jugos repartidos en seis veces durante el día que si solo se toma uno para acompañar la comida y otro para acompañar la cena.
Independientemente de los meses, lo más importante es ir con el bebe a una primera visita para que nos asesoren para un correcto cuidado de las encías y dientes de los niños. A partir de ahí es recomendable volver aproximadamente cada año para una rápida revisión de la boca.
Aunque los profesionales recomiendan que vayan antes del año es cierto que la mayoría de los padres llevan a sus hijos mucho después en edades preescolares. Si es ese el caso tenemos que intentar que las primeras veces sean agradables para el niño y que no lo viva con ansiedad. Poco a poco debe de ir familiarizándose con la consulta, el dentista, los instrumentos que se utilizan en una revisión, el resto del personal, los olores…
- No esperes a que tus hijos les duelan los dientes para ir al dentista. Intenta ir antes, cuando no lo necesiten, con el fin de que el niño no asocie el dentista con el dolor de dientes y queden marcados por lesa mala experiencia. Si lo llevas cuando le aparezca su primera caries será muy difícil quitarle el miedo en el futuro.
- Habla con tu hijo y dale seguridad. Puedes decirle que esa visita es para comprobar que tiene la boca limpia y nada más. Si se porta bien prémiale con algo, tampoco hace falta gastarse dinero, dale un detalle, déjale media hora más en el parque… una pequeña recompensa para que asocie el recuerdo positivo de la recompensa con la visita al dentista. Lo agradecerás en un futuro.
- Intenta que la primera consulta sea por la mañana. Así, el niño estará más despejado y tendrá una mejor predisposición, por las tardes están más cansados. También habrá menos atrasos porque normalmente hay menos citas por las mañanas. Esto significa esperar menos a ser atendidos. A los niños las esperas se les hacen eternas.
- Las visitas mejor si son de corta duración hasta que poco a poco los niños se vayan familiarizando y quitando los posibles miedos. Los dentistas informarán de todo lo que le van a hacer al pequeño para que no les llegue nada por sorpresa.
- Jugar a dentistas. Si tu hijo es preescolar es buena idea que dediqués un rato a jugar juntos a “dentistas”. Le podrás explicar que es exactamente lo que hacen, por ejemplo puedés utilizar una muñeca como si fuese un paciente y ustedes los profesionales. Se divertirá jugando y mejorará su predisposición a ir.
- Y sobre todo… nunca demuestres tu miedo al dentista (en el caso de que lo tengás) los niños aprenden por observación y los padres son la figura en la que más se fijan. Los padres miedosos dan lugar a hijos miedosos.
Referencia:
Dra.Sara P. Lorenzo
29 de Julio de 2015