Lo que los odontólogos detestan de sus pacientes
Tiempo atrás me topé con un gracioso artículo llamado “Razones por las que odio a mi dentista”, el cual apareció justo durante mi etapa de transición de carrera y también me inspiró a redactar este artículo. Esta es mi confesión.
Los diagnósticos
Cuando te doy mi diagnóstico y me dices que estoy equivocado sin siquiera escucharme.
En verano
Cuando el paciente llega a atenderse usando chanclas y se las saca antes de subirse al sillón… como si estuviera en su casa.
Malos Modales
La primer cosa que dices cuando te sientas en mi sillón es “Odio a los dentistas”. ¿En serio? ¿Tus padres no te enseñaron buenos modales? ¿No te dijeron que es descortés el decirle a alguien que lo odias apenas los conoces? Lo que me dan ganas de decir en estas situaciones es “awww, yo tambien te odio ❤”.
Higiene de los dientes
Llegas a atenderte, y resulta obvio que no te cepillas los dientes hace varios días. He tenido pacientes con gran higiene que cuando llegan a la cita, se disculpan porque recién almorzaron y no tuvieron tiempo de cepillarse. Pero no son estos pacientes a los que me refiero.
Me refiero a aquellos que llegan con placa y restos de comida por todos lados. Después de pasar 10 años viendo sangre, dientes podridos y algunas otras cosas más repugnantes. El paciente sabe que nosotros vamos a estar trabajando en su boca. ¿Acaso no limpian sus casas cuando saben que va a venir visita?
Además, he pasado horas doblándome y agachándome para reparar tus dientes. ¿Podrías por lo menos pretender que te importa el trabajo que hago para ti?
A la hora de pagar
¿Después de que hemos pasado varias horas haciendo un trabajo meticuloso para reparar tus dientes, te quejas de lo que tienes que pagar? ¿Saldrías de un supermercado con bolsas llenas con las expectativas de no pagarlas? Acabo de ayudarte a que continúes con tus capacidades de sonreír y comer
Urgencias”
Te digo que necesitas una obturación y esperas meses o hasta incluso años para que realice el trabajo necesario. Eventualmente te comienza a doler el diente. Pasas dos semanas así hasta que no aguantas más, y me llamas un Sábado por la noche mientras estoy cenando con amigos porque ese diente que necesitaba obturación hace un año y que empezó a doler hace dos semanas, de “repente” se convierte en una emergencia.
Quejarse solo por quejarse
Vienes a verme para que te pueda ayudar, pero me complicas mucho mi trabajo. Te quejas y pones caras cuando sé que no estoy haciendo nada que cause dolor. La idea de que te estoy lastimando me hace sentir tan incómodo y estresado como te encuentras tú.
Si duele, por favor dímelo, y te puedo ayudar con eso. Pero si haces esas cosas solamente porque no te gusta la experiencia, solamente me estás obligando a trabajar en malas condiciones, haciendo que sea más difícil para mí trabajar bien.
Y cuando empujas con tu lengua o no abres bien la boca, simplemente haces que sea físicamente imposible hacer mi trabajo. ¿No te gustaría que sea más fácil para mí que haga el mejor trabajo para tí?
Echar la culpa a alguien más
Cuando dices que “mi diente no me dolía hasta que usted trabajó en él”.
Tu pediste que te atendiera una caries. Yo no te hice esa caries, te la hiciste tu.
Yo simplemente estoy arreglando un hueco podrido que estaba en tu diente. Para lograr repararlo, primero debo usar un pequeño taladro para limpiarlo, y después rellenarlo con un material sintético. ¿Acaso no crees que eso puede quedar adolorido por un tiempo?
Esas imposibles radiografías
Cuando intentamos tomarte una radiografía y simplemente no nos ayudas. Tenemos que hacer esto para ver qué es lo que está sucediendo con tus dientes. Sin conocer cuál es el problema, no podemos tratarte como corresponde.
Esos “chistes” que en realidad no son chistes
Cuando me dices que gracias a ti me pude comprar un auto. Pero a pesar de que te genero esa sensación, en realidad tú no me compraste un auto. Tú te pagaste un tratamiento de endodoncia.
He gastado miles de dólares en educación, y pasado cientos de horas leyendo y estudiando para poder lograr que tengas el mejor tratamiento de endodoncia. Así que tal vez me ayudaste a pagar una pequeña porción de mis préstamos estudiantiles, pero definitivamente NO me compraste un auto.
Las Citas
Cuando faltas a tu cita, llegas tarde o cancelas a último momento. Algunos cosas no se pueden evitar y es entendible, pero cuando cancelas mi cita para poder ir al estilista, eso es simplemente egoísta y descortés.
Además de que no voy a poder atender otro paciente en esa hora que había reservado para ti.
Y ya que estoy en el tema, si tienes la primer cita del día, y llegas tarde, logras que atienda tarde todas mis otras citas.
Negación
Cuando te digo que te rechinas los dientes y tu lo niegas, me haces sentir como que te estuviera acusando de haber robado algo.
No es tan malo ser alguien que rechina los dientes. Simplemente te estoy indicando algo, y también ofreciéndote una forma de prevenirlo en el futuro. Estas advertencias las hago a partir de ciertas señales y síntomas que están basados en ciencia, no en mito.
Cosas Que Nunca Debes Decirle A Un Odontólogo
Cosas Que Nunca Debes Decirle A Un Odontólogo
- *Averigüé y otro dentista me cobra más barato que Usted
- *Siempre me cepillo los dientes e igual me salen caries
- *Póngame una pasta preventiva, nada más. Con eso voy a estar bien, se lo aseguro.
- *¿Tan caro sale el tratamiento?
- *¿Puedo pagarle después?
- *Hace una semana que me duele la muela
- *¿No me puede hacer descuento por sacarme las 4 muelas de juicio juntas?
- *Yo le aviso qué día puedo venir para continuar el tratamiento
- *No hace falta que me ponga anestesia
- *¿Me va a doler?
Referencias:
PH by Eric Schmuttenmaer, Nature,
Telegraph, Health&Science, Wikipedia.