LOS PACIENTES AUTISTAS
REQUIEREN UNA ATENCIÓN BUCODENTAL ESPECÍFICA
El trastorno del espectro autista se asocia a una mayor presencia de enfermedad bucodental
Aunque el autismo no se caracteriza por la existencia de alguna condición patológica específica a nivel de salud oral, el paciente autista suele presentar más enfermedad bucodental que los pacientes sanos de edad similar debido a su incapacidad de entender y participar en su higiene diaria y cooperar con los programas preventivos. Además, se asocia con una mayor prevalencia de problemas relacionados con hábitos nocivos, tales como el bruxismo, la autolesión de lengua, labios y encías, mordeduras y similares por la tendencia a la autolesión que estos pacientes pueden presentar.
«La situación dental depende de la ayuda que estos pacientes tienen con la higiene oral diaria, siendo necesario instaurar hábitos regulares de higiene desde edades tempranas puesto que el niño autista suele aceptar todo aquello que es una rutina», En estos casos, «existe una mayor necesidad de enseñar instrucciones sobre higiene oral y un mayor entrenamiento para los pacientes, con el objetivo de incrementar sus habilidades motoras y conseguir una higiene oral más eficaz».
Un cuidado especial
En cuanto al manejo de estos niños en consulta, , es importante iniciar una familiarización con la figura del odontólogo desde edades tempranas para ayudar a conseguir objetivos de salud oral que mejorarán su calidad de vida futura. Aquí es donde la familia juega un papel fundamental.
La persona autista suele mostrar dificultades para asumir las recomendaciones y orientaciones que ofrece el odontólogo. En ocasiones, no pueden manifestar sus sentimientos y percepciones, tales como el miedo o el dolor, lo que hace más complicado su manejo en la consulta. Ante esta situación, como aconseja Virginia Martín, el dentista deberá reunirse primero con los padres para recoger todos los datos de la historia clínica, así como las características especiales del paciente y experiencias previas en el dentista. También hay que tener especial interés en la medicación que toman estos niños, puesto que muchos tienen efectos adversos relacionados con la actividad odontológica. Nunca se nos debe olvidar que con el niño autista no se puede improvisar.
Una vez recabada toda esta información, se prepara el material relativo a la desensibilización, consistente en imágenes, videos o ambos, tanto de la consulta como del personal que trabaja en ella y los padres son los que presentan esta información al niño.
Gracias a esa preparación previa que ha tenido lugar en su casa mediante el material proporcionado a la familia (fotos, vídeos, dibujo), el paciente autista ya deberá estar familiarizado con toda la dinámica de la consulta y del tratamiento.
Para facilitar la aceptación del tratamiento odontológico, también resulta esencial que el paciente cuente que la compañía de los padres, que favorecerá la cooperación con el dentista. El uso de técnicas más restrictivas, para mantener la calma del paciente, se suele limitar a casos más graves, usando como último recurso la anestesia general.
Cepillado
Para el cuidado bucodental diario se recomienda recurrir al uso pictogramas para enseñar la técnica del cepillado, estando éste en lugar visible para que el niño no se olvide de esa rutina. Igualmente, se aconseja el uso de tratamientos de flúor diario en los casos adecuados, así como la seda dental. Estas medidas, junto con el recordatorio de la importancia de las revisiones periódicas, previenen problemas más serios, evitando el estrés que tratamientos más complejos puede ocasionar al paciente y su entorno
El autismo está catalogado como un trastorno generalizado del desarrollo caracterizado por una integración social deficitaria y un repertorio muy restringido de actividades e intereses. Suele manifestarse antes de los 3 años y puede ir asociado a deficiencia mental en el 75% de los casos. La prevalencia es de 10 casos por cada 100.000 nacimientos.
El autismo es único y la presentación compleja será diferente para cada persona, las complejas características relacionadas con los trastornos del espectro autista (TEA) pueden hacer que sea difícil para las personas afectadas tengan acceso a servicios dentales adecuados.
Las familias van a enfrentar barreras continuamente para asegurar que sus niños con TEA tengan el cuidado de salud bucal adecuado. Algunas de las barreras incluyen:
- Encontrar y acceder a proveedores dentales cualificados que están dispuestos a trabajar con pacientes diagnosticados con TEA.
- Saber cómo enfrentar problemas de comportamiento que podrían complicar el cuidado de salud bucal, tanto en el hogar que la oficina dental.
- La capacidad de pagar el costo del cuidado dental.
- Los padres puedan tener alguna preocupación o ansiedad en cuanto al tratamiento dental.
- Es importante que haya más profesionales odontológicos que estén disponibles a proveer cuidado dental y que los padres de familia entiendan por qué es importante el cuidado de salud bucal.
- Se puede utilizar esta guía para entender mejor los trastornos del espectro autista y las recomendaciones actuales para rendir tratamiento.
- El buen cuidado de salud bucal para personas en el espectro autista requiere conocimiento especializado, sensibilidad y en muchos casos, el uso de estrategias de comportamiento que son adaptadas al individuo.
Es importante que haya más profesionales odontológicos que estén disponibles a proveer cuidado dental y que los padres de familia entiendan por qué es importante el cuidado de salud bucal. Esta guía de información está basada en el entendimiento que el autismo es único y no existe un modelo que sirva
- Características pueden incluir pero no están limitadas a lo siguiente:
- Poco contacto visual
- Dificultad con entender las normas o expectativas sociales
- Puede parecer distante y desinteresado en otras personas
- Dificultad con responder a su nombre
- Habilidades limitadas de lenguaje o ningún lenguaje verbal
- Lenguaje extraño o peculiar (tono, inflexión, sonido agudo, otro)
- Repetición lo que dicen otros (por ejemplo el guión de películas de cine o televisión)
- Comportamiento rígido o inflexible (por ejemplo, situaciones únicas o desconocidas, transiciones, cambios de rutina)
- El uso inadecuado de objetos; usarlos de una manera diferente del uso previsto
- Un interés intensivo de temas específicos
- Una reacción excesiva (hipo o híper) a estímulos sensoriales (sonido, olfato, vista, gusto, textura o tacto)
- Pensamiento literal y dificultad con conceptos abstractos (por ejemplo, las sutilezas de lenguaje tal como la ironía, humor, etc.)
- Conciencia deficiente de la seguridad
- Dificultad con seguir reglas o instrucciones de múltiples pasos