¿DEBEMOS RECETAR ANTIBIÓTICOS DESPUÉS DE UNA EXTRACCIÓN ?
Una costumbre muy establecida que puede causar más efectos perjudiciales que beneficiosos, tanto a los pacientes individuales como a la población en su totalidad.
“El uso generalizado de antibióticos en las personas que no tienen una infección contribuye a la aparición de resistencia bacteriana”
La extracción de dientes es un tratamiento quirúrgico para remover piezas dentales afectadas por la caries o la enfermedad gingival (realizado por dentistas generales). Otra razón común de la extracción de dientes, realizada por cirujanos orales, es la extracción de las muelas de juicio que se encuentran mal alineadas/desarrolladas (también conocido como muelas de juicio impactadas) o las que causan dolor o inflamación.
El riesgo de infección después de extraer las muelas del juicio en jóvenes sanos es de alrededor del 10%; sin embargo, puede alcanzar hasta un 25% en los pacientes que ya están enfermos o que presentan baja inmunidad.
Las complicaciones infecciosas incluyen inflamación, dolor, drenaje de pus, fiebre y también alveolitis (cuando no se forma un coágulo sanguíneo en el alvéolo lo cual causa dolor intenso y mal olor). El tratamiento de estas infecciones es generalmente sencillo e incluye la administración de antibióticos a los pacientes y el drenaje de la infección de la herida.
Estas revisiones consideran si los antibióticos, administrados a los pacientes con problemas dentales como parte del tratamiento, previenen la infección posterior a la extracción de dientes.
Se consideraron 18 estudios, con un total de 2456 participantes que recibieron antibióticos (de diferentes clases y dosificaciones) o placebo, inmediatamente antes y/o justo después de la extracción de dientes. Hubo inquietudes acerca de los aspectos del diseño y el informe de todos los estudios.
En todos los estudios se incluyó a personas sanas sometidas extracciones de las muelas de juicio impactadas realizadas por cirujanos orales.
Esta revisión aporta pruebas de que los antibióticos administrados justo antes y/o justo después de la cirugía reducen el riesgo de infección, el dolor y la alveolitis después de la extracción de las muelas del juicio realizada por cirujanos orales, aunque proporciona pruebas de que el uso de antibióticos también causa más efectos secundarios (generalmente breves y menores) en estos pacientes.
Además, no hubo pruebas de que los antibióticos prevengan la fiebre, la inflamación o los problemas relacionados con la restricción de la abertura bucal en los pacientes sometidos a la extracción de las muelas del juicio.
No hubo pruebas para juzgar los efectos de los antibióticos preventivos para las extracciones de los dientes gravemente cariados, los dientes en encías enfermas o las extracciones en pacientes que ya están enfermos o que tienen baja inmunidad contra las infecciones.
La realización de investigación en estos grupos de personas puede no ser posible ni ética. Sin embargo, es probable que en situaciones en las que los pacientes presentan un riesgo mayor de infección, los antibióticos preventivos puedan ser beneficiosos debido a que es probable que las infecciones en este grupo sean más frecuentes y más difíciles de tratar.
Otra inquietud, que no puede ser evaluada en los ensayos clínicos, es que es probable que el uso generalizado de antibióticos en las personas que no tienen una infección contribuya a la aparición de resistencia bacteriana.
La conclusión de esta revisión es que los antibióticos administrados a las personas sanas para prevenir infecciones pueden causar más efectos perjudiciales que beneficiosos, tanto a los pacientes individuales como a la población en su totalidad.
Referencia: Giovanni Lodi, Lara Figini, Andrea Sardella, Antonio Carrassi, Massimo Del Fabbro, Susan Furness Cochrane Collaboration www.intramed.net/contenidove